viernes, 14 de septiembre de 2012

CUESTIÓN DE ACTITUD

No sé si mola o no mola, lo que está claro es que cada día se hace más difícil vivir bien en una ciudad como Madrid. Lo que se había denominado éxodo rural hace unos años, está dejando claramente paso al llamado Éxodo Urbano.
Hoy en día, el hijo vuelve a casa y no sólo por Navidad, sino por que no hay trabajo o con el que tiene no le da para vivir en la capital.
Las razones de que la gente joven se quisiera ir del pueblo o ciudades pequeñas eran la carencia de trabajos, de universidades, de servicios y de vida cultural; todo por conseguir un futuro mejor y mayor calidad de vida.
La ciudad ofrecía todo eso, pero parece que ya no es así. Las diferencias en servicios actualmente se han reducido mucho, tienes el mismo internet en Astorga que en Madrid, hay muchos aeropuertos pequeños con vuelos low cost, muchas y mejores carreteras, hospitales, universidades… y ciudades como León o Gijón tienen una vida cultural digna de cualquier ciudad europea. Por otro lado, el coste y la calidad de vida están inclinando la balanza claramente hacía el lado de poblaciones más pequeñas.
Vivir en una ciudad grande se ha convertido en un modo de supervivencia en el que la gente come de Tupper o de menú, pierde su vida de casa al trabajo y del trabajo a casa, cambia el dinero que gana por un alquiler o hipoteca de un piso pequeño lejos del centro y ni se plantea cines y teatros porque son muy caros.
La competencia en el mercado laboral es altísima, por lo que trabajas más horas y cobras menos. Eso si cobras, porque últimamente no sé cuántos amigos me dicen que su empresa no les paga. Y muchos trabajos tienen el mismo sueldo o muy parecido en Madrid que en Soria, cómo puede ser el de cualquier administrativo, profesor, camarero, cajero, policía, …
La vida en entornos más pequeños es más simple, más sana y más barata; es mucho más fácil y rápido desplazarse al trabajo, hacer un trámite o quedar con familiares y amigos; está menos contaminada y tienes mejor acceso al deporte y la naturaleza; puedes vivir en una casa más céntrica y amplia o con vistas; sin tanto estrés, ni por ello rechazar el progreso.
Una paradoja es que muchos de nosotros nos vamos de turismo rural o de vacaciones al pueblo o a la playa, y siempre decimos eso de “qué bien se está aquí”, pero no lo consideramos para vivir; eso sí, luego vuelves a casa y compras pan de pueblo, huevos camperos y tomate frito receta casera.
En definitiva, en un sitio pequeño se vive mejor y se necesita menos, esto lo sabemos todos, otra cosa es lo que hagamos, y que sigamos creyendo que el trabajo o el dinero es lo más importante, y en torno a ello condicionemos toda nuestra vida y la de nuestra familia.

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