sábado, 24 de diciembre de 2011

LA VIDA ES UN DON


Parto de la premisa de que la vida es un don por encima de un derecho. Un don que tenemos que saber aprovechar y valorar sobre todo para nosotros mismos pero siempre entendiendo que en ése para “nosotros mismos” siempre cabe un “los demás”.
No hay ninguna situación en esta vida que tengas que batallar o que superar, que lo tengas que hacer solo. Ni las enfermedades, ni la pérdida de alguien ni tampoco los fracasos.  Sí es cierto que para llegar a entender que no estás solo, que siempre hay ese alguien en quién confiar o que merece la pena apoyarte, hay que haber sufrido lo insufrible y haberte dado de golpes contra la pared con el único resultado de sentirse el más idiota de los humanos. Pero si hay un factor común en los momentos bajos, en los que crees haber tocado fondo, es la tendencia a aislarnos, a retroalimentarnos de nuestro propio dolor o de nuestras miserias. A no querer escuchar..”¿Vas a saber más tú de mi vida que yo?”. 
Pero repito, todo es cuestión de actitud, para poder decirlo qué mejor que haber pasado por ello, a mí me gustaría en ese momento haber recordado que alguien contó algo parecido, que el fondo no está vacío esperándome a mí, que había muchos como yo pero que hay la certeza de que el  fondo es únicamente válido para tocarlo, coger impulso y subir. No es espacio para acomodarse y quedarse en él.. Porque si es así, acabará contigo.
En ese momento es en el que hay que tener un mínimo de lucidez y un mínimo de humildad y escuchar a quién te intenta ayudar, quizás el más insospechado porque quizás quién esperas no va a estar,  pero lo sabrás porque es capaz de reactivar tus neuronas, de sacar lo mejor de ti mismo y de hacerte ver que un sofá o una cama no te van a dar las respuestas necesarias. Y cuando digo “respuestas”, no entiendo el término como “soluciones”, las soluciones hay que trabajárselas si son posibles y si no tener “un par” para aparcarlas y decir “mi vida vale mucho más que todo ésto”. Lo que popularmente se entiende como “borrón y cuenta nueva”.
Siempre hay una pregunta que hay que hacerse “¿Por qué no? y una respuesta que siempre hay que desechar “porque no”. ¿Por qué no vas a salir adelante? ¿Porque cuesta? ¡¡Efectivamente!! ¡¡Cuesta un triunfo! El que te queda por conseguir.
Hay personas más fuertes que otras y es muy duro el esfuerzo personal de autoimponerse y disciplinarse en una actitud de vida positiva, no todo el mundo es capaz de éso  pero hay que dar un paso más allá y aparcar. Y dar otro más y no conformarnos con que lo que gira a nuestro alrededor esté bien, tú tienes que estar bien. Porque todos sabemos que el dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional y si tenemos una excusa, lo seguiremos haciendo extensivo a nuestro día a día. Somos así de imbéciles para algunas cosas.
No soy médico, ni psicólogo pero lo que sí sé es que en un determinado momento de angustia, el corazón duele y es un dolor físico, algo que no te permite pensar más allá que en éso; pero cuando pasa hay que racionalizarlo y tener presente que lo que duele no es para siempre. Escucha, haz un esfuerzo, saca lo mejor de ti mismo y cambia de actitud, éso es ser valiente.
Y cuando salgas, cuando ya todo esté bien (asumiendo que los problemas siempre nos van a retar para hacernos más fuertes) no te relamas del éxito de haber salido y ayuda a quién esté así cerca tuyo, haz de tu vida y tu trabajo un lugar de ayuda a los demás porque ése será el primer triunfo que cosecharás en tu vida.
P.D. Sirva este post también para agradecer a los que tenéis más información, a los que de verdad me conocéis, a todos aquellos que habéis lidiado conmigo (que no soy nada fácil)  durante estos diez últimos años y a los que estáis en el presente. Vosotros me habéis ayudado a poder disfrutar del momento en el que estoy. Y enseñado, sobre todo, que ésto se puede convertir en una cadena de favores.

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