lunes, 28 de noviembre de 2011

PENSANDO COMO ORIENTAL




aka-hashi-chikaku1.jpgEl hombre oriental en comparación con el hombre occidental tiene ciertos valores que valen la pena destacar. No se si se deben del todo al  bushido,  pero la verdad es que bien nos vendría a cada uno (me incluyo) poder aprender de ellos.
Muchas veces he visto que conocidos se burlen de chinos, coreanos, japoneses, etc. Hacen un chiste o imitan su milenario idioma y todos se ríen. Se ríen a causa de su propia ignorancia.
Es cierto que el oriental que vive en un país de occidente suele ser más callado, más pensativo, etc. También es cierto que los hay muchos que son desubicados y desprolijos. Pero creo que es una cuestión de culturas. He notado con el pasar del tiempo y con mi involucración cada vez más profunda en el tema un par de cosas. No es mi intención discriminar ni generar conflicto, pero me gustaría señalar las diferencias entre las nacionalidades orientales más “famosas”. Al menos esto que nombraré a continuación se cumple en la mayoría de los casos en argentina. No significa que sea así en todas partes.
  • Los coreanos: Generalmente son los más cerrados, aún más que los chinos. En mucho de los casos se sigue cumplendo la regla de casamiento entre coreanos sin permitir a extranjeros formar parte de la familia. Conseguir entrar en una escuela coreana para aprender el idioma es muy dificil. Al extranjero (llamo extranjero a todo aquel que no es coreano) le cobran matrículas más altas y en muchos casos es discriminado. Son por muchos considerado sucios debido a que desprenden por sus poros un fuerte olor a ajo que incorporan en su dieta de todos los días. Personalmente creo que también son un pueblo fascinante y que tengo mucho por aprender de ellos.
  • Los japoneses: Son más abiertos que los chinos y que los coreanos. Son respetuosos y estudiosos (siempre existen las excepciones). A pesar de su inmenso trasfondo cultural (transfondo que tiene todo país de oriente), siempre se los ve dispuesto a aprender de la cultura del país que los rodea. Le he comentado a algunos japoneses que conocí que estoy estudiando su idioma y se vieron más que enorgullecidos. Me dijeron que con gusto aclararían mis dudas. Y así lo hicieron.
  • Los chinos: No tan abierto como los japoneses y no tan cerrados como los coreanos. Tienen un legado histórico/cultural impresionante y su idioma es el que considero el más precioso. Detallistas al igual que los japoneses y trabajadores al igual que los coreanos. Su cultura milenaria sigue prevaleciendo en la mayoría de su inmenso territorio y las puertas a la occidentalización fueron abiertas hasta cierto punto. Cocineros excelentes y un pueblo marcial. Al igual que los japoneses, el wushu (lo que acá conocemos como kung fu) era su camino de vida y en una época cada ciudadano era obligado a entrenar el wushu con el fin de llegar a comprender mejor la vida.
En conclusión, ningún pueblo es mejor o peor que otro. Las diferencias culturales son simplemente adaptaciones a la época y lugar en el cual les tocaba vivir. Este post fue escrito con la intención de quebrar con la unanimidad del pensamiento occidental con respecto a sus culturas.
Nunca llamen a un coreano o japonés: “chino”. Y cuando les dice que en realidad no es chino, no le contesten diciendo: “chino, japonés, coreano… es todo lo mismo”. Porque a nadie le gusta que le desprecien su cultura. Cómo te sentirías vos si un norteamericano te dijera: “Argentinos, chilenos… es la misma cosa”. Eso pensé. Abramos nuestra mente. No son culturas diabólicas o demoníacas, son espirituales. No son personas insolentas o maleducadas, son más callados. No son tontos porque no hablan nuestro idioma a pesar de haber vivido en nuestro país por años, es sólo que no quieren olvidar quienes son verdaderamente. Y lo más importante: no son occidentales, son orientales.

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