miércoles, 2 de noviembre de 2011

BODAS BLANCAS

Tras estas entrevistas privadas, el Registro Civil sólo denegó el enlace a unas cinco parejas a lo largo del año pasado por estar ante una fraude evidente El matrimonio de conveniencia es utilizado, a veces, para conseguir con rapidez el permiso de residencia 
Cualquiera que rastree por Internet puede encontrar anuncios como este: «soy un chico de Colombia que pago por matrimonio por conveniencia 3.000 euros», o este otro: «me ofrezco para casarme por conveniencia, ya que necesito dinero».

Cientos de páginas en la red ofrecen reclamos como éste. Ahora, ¿de verdad se dan los matrimonios de conveniencia, también conocidos como 'matrimonios blancos'? Sí, las bodas donde los cónyuges se dan el sí quiero no por amor, sino unos a cambio de la posibilidad de obtener la nacionalidad española y otros para engrosar su cuenta corriente, suceden.


Estas uniones matrimoniales se han convertido en uno de los métodos fraudulentos utilizados por los extranjeros para obtener la nacionalidad en el plazo de un año y la tarjeta de residencia de manera automática.


No muchos casos

La Justicia evitó sólo en los tres primeros meses de este año 129 matrimonios de conveniencia; unos 450 a lo largo del año pasado. Aunque la primera Encuesta Nacional de Inmigrantes refleja que de los más de 626.000 inmigrantes casados con un español, unos 16.000 no conviven. En Albacete, según la información facilitada a La Verdad por el Registro Civil, no son muchos los casos que se detectan, por ejemplo, a lo largo del 2007 fueron unos cinco matrimonios los que se denegaron por entender que podrían ser fraudulentos.


Y un dato que corrobora que no estaban muy equivocados es que en ninguno de los casos los interesados se quejaron, «les cuesta menos intentarlo en otra ciudad que recurrir y esperar a que la Dirección General del Registro le conteste de aquí a un año», explica Plácido Nieva, funcionario del Registro Civil de Albacete.


Los registros civiles impiden cada año decenas de matrimonios 'blancos' entre ciudadanos españoles y extranjeros, sobre todo, originarios de países extracomunitarios.


La aparición de este fenómeno dio lugar a que hace un par de años se dictase una instrucción permitiendo a los funcionarios de los registros civiles que sometiesen a los contrayentes a «exámenes de hechos objetivos». Estos exámenes no son otra cosa que una entrevista personalizada que permite a los funcionarios detectar que estamos ante un matrimonio ficticio.


Los trucos para detectar los fraudes, por supuesto, no se revelan. Pero Nieva sí que nos apunta las razones que, de entrada, les llevan a sospechar de una pareja que llega pidiéndoles celebrar matrimonio.


El hecho de que los contrayentes no estén empadronados, o lo estén desde hace poco tiempo, en la ciudad y no tengan relación laboral ni familiar con Albacete, es uno de los elementos que desatan las sospechas. Sobre todo cuando uno de los futuros contrayentes es un extranjero sin tarjeta de residencia.


«Tuvimos una avalancha de nigerianos que venían a Albacete a casarse con chicas de Valencia con dinero de por medio, pero todo eso se cortó», explican en el Registro Civil donde detallan que uno de los hechos que les llevó a sospechar es que estas bodas se celebraban «siempre con los mismos testigos».


Pasaporte requisado

Aunque quizás lo más enciende la luz de alarma es que uno de los dos sea extranjero y su pasaporte le haya sido requisado por la Policía para prepararle la orden de expulsión por estancia ilegal en España, «cuando les dicen que en tantos días les van a expulsar, pues si tienen novio bien y sino se lo buscan como sea».


Es en estos casos sospechosos cuando el funcionario del Registro Civil opta por celebrar entrevistas individuales con los futuros contrayentes.


Y son muchas las audiencias reservadas las que se celebran cada mes, «casi todos los días tenemos alguna», pues los matrimonios civiles han experimentado un 'boom' en los últimos años, «antes tramitábamos unos cinco expedientes de matrimonio al mes, ahora hacemos 40 o 50». Y de éstos, añade Nieva, en un 40% de los casos uno de los dos cónyuges o los dos son extranjeros.


No obstante, y pese a las sospechas, tras las audiencias reservadas, la mayoría de los matrimonios son autorizados pues se comprueba que, de verdad, los contrayentes se conocen y no tienen intención de cometer un fraude. O, al menos, no se puede comprobar lo contrario.

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