jueves, 17 de febrero de 2011

EN CARNE PROPIA

María Jesús Galán llevaba 35 años dedicada a la vida de clausura en Santo Domingo el Real. Recibió un premio de la Junta por digitalizar el Archivo y es seguidora de las redes sociales, que llevan «echando humo» desde ayer


«Hoy me han echado del monasterio. Hay unas keniatas que me han hecho la vida imposible. La envidia ha jugado mala pasada y han ganado ellas. Hoy fue el delegado de vida religiosa y junto con la priora y otras dos monjas han decidido que yo me marchara para que quedaran tranquilas las keniatas. No tienen vocación, pero vienen a coger dinero para las familias...». De esta forma María Jesús Galán, más conocida como «Sor Internet», anunciaba en su Facebook este martes que había su sido expulsada del convento en el que ha vivido más de 35 años. Fuentes del Arzobispado de Toledo rehusaron pronunciarse a ABC sobre este asunto, que calificaron de «vida interna» de la comunidad.

María Jesús Galán, sor Internet
La noticia ha revolucionado las redes sociales y «sor Internet» está recibiendo cientos de mensajes de apoyo desde todos los lugares del mundo. Hoy comentaba en su perfil, en cuyo muro ha colgado una imagen con una lágrima, que había ido al Sepecam (el INEM castellano-manchego) a apuntarse para encontrar cuanto antes un trabajo.
María Jesús Galán, que cumplió 54 años el pasado día 1 de enero, recibió en 2010 la Placa al Mérito Regional durante el acto oficial del Día de Castilla-La Mancha por trasladar las nuevas tecnologías a su convento de Santo Domingo el Real fundado en el siglo XIV. Tras esta sorprendente expulsión, «sor Internet» podrá conocer Londres y Nueva York, uno de los sueños que no iba a poder cumplir cuando se le preguntaba por su vida monacal.
El Gobierno regional reconoció en mayo los méritos de «Sor Internet» en su labor de catalogación de documentos y libros de la biblioteca conventual, la introducción de tecnologías en un ambiente tradicional y la contribución a su difusión por la red.
En una de sus múltiples entrevistas con motivo de este premio, María Jesús Galán decía sentirse «muy orgullosa de ser monja de este convento» y que se sentía plenamente realizada como religiosa. Ha estado 24 años al frente del archivo y, gracias a su constancia y desvelos logró vencer la resistencia de algunas de sus compañeras para comprar un ordenador. Con las nuevas tecnologías llegó el despertar del archivo porque con él vino la informatización del archivo, su digitalización y posterior difusión por la red universal. El archivo, que consta de 119 libros y más de 3.000 documentos, hoy está totalmente catalogado y prácticamente digitalizado. Sor Internet también cuidaba en el convento de «Dominguito», el reloj que se instaló en Santa Domingo el Real en en 1735 y que recientemente fue recuperado por el relojero Bienvenido Sánchez.

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