sábado, 3 de julio de 2010

LA VIDA EN EL CAMPO

Respiro aire puro, escucho los pajaritos, que acarician mis oídos. La brisa del atardecer me acaricia la piel , hace que sienta escalofríos, el aroma a bosque me hace sentir libre. Como un pájaro que vuela siguiendo el horizonte.
Aquí me siento como en otro mundo, siguiendo un caminito puedo encontrar unas vistas preciosas , los picos de las muntañas del horizonte están nevados, miro a mi alrededor y solo hay paz y felicidad. Es una sensación única, es una sensación que no se puede describir con palabras. Por la noche mi cuerpo siente el calorcito del fuego a tierra, siento la compañía de toda la familia, es agradable compartir tus emociones , expresarte y escuchar a los tuyos. Hacemos tostadas poniéndolas al borde del fuego, salen muy gustosas.
Por la noche por lo menos cuatro mantas nos echamos cada uno encima, no se siente ni un alma!
Es lo mejor de todo para descargarte de todas las tensiones de todo el mes.
En la casa de campo hay mucho terreno alrededor, puedes observar a dulces niños correteando por allí.
Es muy bonito sentir la vida de campo.

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